El Oasis de Torre.

Llegamos a un pequeño oasis... era precioso, me recordaba intensamente al oasis que me salvó la vida de pequeño. Seguia cogido de la mano de gemma y el caso es que no me importaba. Aun no me había respondido.
-¿Cuantos años tienes Gemma?- insistí otra vez.

Otra vez esos ojos ipnóticos... lo único que esta vez no podía apartar la mirada de ellos. Era una sensación extraña, en mis mas de 20 años de vida jamás había sentido algo parecido, algo tan... especial.
-¿dieciocho? yo pensaba que tenias más- dije con una sonrisa tonta en la cara, para ser una humana era muy guapa-¿ de dónde eras antes de que vinieras a la torre?-la pregunté con curiosidad...

Vaya... ¿estaba interesandose por mi? no se que pensar pero me gustaria imaginarme eso.
-Pues la verdad, simple curiosidad por la magia y sus secretos. Cuando se me concedió el don de la magia, volví a mi tierra y pensé en apuntarme a una de las torres de hechiceria. Por supuesto, fui a la más cercana y, aqui estoy-proseguí- hablando contigo sin apenas conocerte de nada, pero me cuesta no confiar en ti Gemma- la sonreí- ¿Y tú? ¿desde cuando estás en la torre?.

Una chica inquieta... eso me gusta.
-¿No te apeteceria aprender magia junto a mi?- la pregunté esperando una respuesta que no se si llegaria a oir algún dia- nos podriamos ver todos los dias.
Solo de pensar en eso, me entraba un gran jubilo interior, como una llama que se reavivara despues de muchos años de estar apagada...

¿Vivir aventuras?, bueno, seria emocionante viajar con otra persona, sobre todo si se trataba de Gemma. Pero eso no importaba ahora. En estos momentos solo importa el presente, y el presente son sus ojos...Aparté mi mirada de la suya y me fijé en que llevaba una espada enfundada con una bellisima empuñadura.
-¿sabes manejarla?- la pregunté con burla. Me extrañaba pensar que una chica tan guapa fuera capaz de manejar una espada de aspecto tan pesado.

Me rei por dentro. Ese movimiento fue muy rapido para mi y yo estaba desarmado. Si tubiera mis espadas a mano... pero que le iva a hacer, levante su barbilla y acerque mis labios a los suyos, me daba igual que el filo de la espada se interpusiera, y, cuando ya casi se rozaron, aparte su espada,saque mi pequeña daga de la bota izquierda y la apunte al cuello con ella.
-No dudo de ti- la sonrei... y me fui andando de nuevo a la torre con la esperanza de encontrar a la directora en su despacho. Me encantaba Gemma, era una buena chica...

Tenía que reconocer que no me esperaba ese golpe, no me acordaba de que los humanos eran unos tramposos...
-¡Eso no vale! ¡me as atacado por la espalda!-dije riéndome con ganas-en cuante hable con la directora, te reto a un duelo aquí, en el oasis. No permito que me gane una humana, por mucho que seas tu-dije orgulloso.La miré a los ojos esperando una respuesta,
a esos ojos tan... perfectos.

¿Ahora mismo?, alcancé mis espadas del suelo y me las colgué a las espalda. Saqué una y luego la otra... mis dos espadas gemelas, mis dos acompañantes desde hace muchos años, unas acompañantes que ivan a demostrarle a esa humana tan mona de lo que eran capaces a manos de un yan. Mostré una sonrisa.
-Que así sea-la contesté mirandola a los ojos.

Era rápida, muy rápida, y para ser una mujer humana golpeaba con fuerza. Segui bloqueando sus golpes con mis espadas. Cansado de defenderme, pasé al ataque, mi naturaleza no me permitía quedarme quieto. Además, estabamos en mi terreno, ¿qué me podía pasar?. Me reí para mis adentros, los humanos tendían a sudar y a cansarse con el calor. Hay estaba mi ventaja.
Bloqueé su espada con Fenrir y descargué un golpe con Sigue al Viento... ¿qué haría?

-Humanos-dije poniendo especial atencion en como lo pronunciaba-siempre tan tramposos... siempre dependen de algo para realizar sus propositos...
Me levanté de un salto y enfundé las espadas. Miré a la directora y depues a Gemma. Decidí no intervenir en la presentación hasta que terminaran.

Le hice una mueca a Gemma y miré avergonzado a la directora.
-Lo siento, el comentario no iva por usted, solo que... suele ser asi- sonreí- soy Eldain, Eldain Anurion ¿ Cuando empezaran las clases?, los dos estamos muy impacientes porque lo hagan- esperé su respuesta.